jueves, 22 de agosto de 2013

Primera parte: Historias de Etiopía

Wezero -forma respetuosa de dirigirse a las mujeres en el Tigray-  Almaz Kassa no sabe su edad con exactitud. Cree que nació en torno a los años 40, pero seguramente no tenga más de 67 años. Cualquiera pensaría que tiene muchos más al ver la foto, pero cada arruga se ha forjado al fuego del sol etíope y reflejan la dureza de la vida en los campos etíopes. Agachada durante horas con una azada tradicional en la mano o transportando a la espalda agua desde distancias maratonianas, Almaz recuerda los peores años de su vida, durante la hambruna del 74 y que se llevó a varios miembros de su familia por delante. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y en todo este tiempo Almaz ha logrado sobrevivir a todos sus hermanos y varios hijos; pero la vida continúa para ella. Actualmente forma parte de una de las familias beneficiarias de nuestro proyecto, compuesta por 5 miembros, dos de ellos sus nietos menores de edad. Por el momento, y hasta que a finales de año llegue a sus tierras la acequia que se está construyendo, esta señora de presencia tranquila pero confiada nos abre las puertas de su casa y nos invita a tomar un café mientras charlamos sobre las próximas actividades que llevaremos a cabo en el proyecto.


Esta es la primera parte de nuestra serie de historias sobre los beneficiarios del proyecto de Etiopía.

La introducción de la serie se puede leer aquí:

Información sobre el proyecto:

Marta es coordinadora de proyectos de RDC en Etiopía.

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