miércoles, 6 de noviembre de 2013

Camerún - Segunda historia

Aminatou Gambo


Aminatou Gambo nos sonríe con la mirada, es una mujer imponente: alta y alegre, siempre nos saluda con un mercie y un bonjour, las pocas palabras que conoce en francés. Aunque ella no recuerda exactamente cuándo llegó a Camerún, nos cuenta que formó parte del primer grupo de refugiados que se instaló en Boulembé en 2005. En la República Centro Africana se ganaba la vida con el comercio de subsistencia: vendía leche, harina de maíz y cacahuetes. Aminatou Gambo enviudó poco antes de que la situación en el país se complicara, por lo que ella sola tuvo que buscar la mejor forma de proteger a sus 9 hijos cuando los bandidos y grupos rebeldes llegaban a su aldea a robar ganado y matar a los vecinos. Cada noche, Aminatou Gambo se llevaba a sus hijos al campo a dormir, evitando así permanecer en su casa donde eran un blanco fácil. Finalmente, decidió vender el poco ganado que le quedaba y pagar un coche que les trasladara a ella y a sus 9 hijos a la frontera con Camerún. A través de la financiación de Red Deporte, Gambo trabaja el campo y vende la ropa que elabora gracias a la máquina donada por el proyecto. Con los beneficios que va obteniendo a través del comercio sueña con comprarse una cabra y una buena cama.

Lee la introducción y la primera parte de las historias de nuestros beneficiarios en Camerún.

Escrito por África Coloma, voluntaria de Red Deporte en Camerún

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